Módulo 5. Reto. Opción #1

 Este ejercicio es más dificultoso que los anteriores puesto que nos solicita un análisis sobre nuestras propias capacidades para ser agentes de cambio desde el desarrollo de nuestras competencias.

En una visión general del funcionariado y personal público, creo que  podemos aportar un avance importante desde la revisión de nuestros propios instrumentos. Así la incorporación consciente de un lenguaje inclusivo en nuestras comunicaciones internas y con la ciudadanía, la revisión de formularios, la adaptación de procesos a las distintas capacidades y aptitudes individuales (incluida la revisión de las plataformas electrónicas y sus no siempre amigables pasos), la utilización de imágenes que integren toda la diversidad humana y sus edades...

A la comunicación, como herramienta de interactuación, se une la generación de conocimiento a través del cumplimiento del análisis de datos desagregados por sexos: la estadística se revela como instrumento de política pública al revelar las diferencias entre sexos y los grupos de edad.

Desde los distintos niveles contribuimos a la integración de los datos y debemos conocer su valor.

Colaborar en las campañas de aproximación a la ciudadanía con la observación de la igualdad de trato y no discriminación va más allá de una propuesta, es una actitud frente a las distintas demandas y la respuesta desde el servicio público.

A nivel personal considero imprescindible mantener una conducta empática y abierta a las diferentes percepciones de la ciudadanía. Nuestra aportación más eficiente y eficaz es realizar nuestro trabajo desde el convencimiento de la prestación de un servicio público que pierde su sentido y calidad si no se observa la igualdad de trato y no discriminación. Para ello es imprescindible ser conscientes de los sesgos de género y su impacto en la diferenciación de acceso a bienes y servicios en el ejercicio de los derechos ciudadanos.